martes, 1 de septiembre de 2009

Se acabó

Pero ántes os voy a contar lo hecho éstos días y ya al final os cuento.

Hampi
Es una pequeña ciudad rodeada por montañas y adornada con rocas de todos los tamaños, algunas de ellas parecen que algún gigante las ha dejado en equilibrio en sitios impensables, por lo que el paisaje es una gozada. El primer día y el segundo los dedicamos a recorrer los templos. En el primero nos dedicamos a todos los templos en los que no había que pagar y para el atardecer subimos a lo alto de uno de ellos, que estaba plagado de monos y nos sentamos junto a los monjes del templo, que estaban rezando al ritmo de la música, quienes nos dieron unos intrumentos para acompañarles. Éste templo está en lo alto de una colina, lo que nos permitió, después de andar un poco ver un atardecer rodeados de las inmensas rocas y viendo cómo el sol se ponía por detrás de una de las montañas de alrededor. Un buen atardecer que nos contentó a todos y fue el toque final a un día intenso. Los templos son del siglo XVI y se conservan una buena cantidad de ellos, aunque en las habitaciones cerradas y a oscuras no es muy recomendable entrar, ya que el olor a lo que suponemos serían los excrementos de los murciélagos es bastante desagradable.
El segundo día fuimos a los templos de pago, y el día fue un poco más caótico ya que los conductores de los rickshaw nos la quisieron jugar un poco y que nos cobraban una salvajada por querer cruzar el río para ir al templo del mono, que para llegar a él, además de crucar el río tienes que subir 600 escalones, pero nos tuvimos que quedar con las ganas. Después de comer a una hora poco habitual en India y bastante en España en ésta época, nos dimos un paseo por la ciudad, que creo que ya lo comenté, toda India está en una de sus fiestas más importantes, el Ganesh Chaturthi, que es la celebración del cumpleaños de Ganesh. Así que nos encontramos con la fiesta, que consiste en llevar una escultura de Ganesh hasta el río, acompañado de tambores, petardos y polvos de color rojo. Bastante divertido, ya que es similar a una timbalada.
Al dejar Hampi nos separamos, Nacho y Carola se quedaron un poco más, ya que cogieron un avión para ir a Mumbai, y Yago, Josu y yo nos fuimos en tren. El viaje empezó a las 8:30 con un rickshaw que nos llevó a Hospi, de allí cuatro horas en un autobús hasta Hulbi, que gracias a que llegamos con tiempo no lo perdimos, porque salió una media hora ántes. En hulbi comimos y nos metimos en el tren, 15 horitas de viaje, sin grandes cosas que contar.

Mumbai
Llegamos a Mumbai a las 5:30 de la mañana, ¡15 minutos ántes! para que luego digan que no son puntuales. La salida de la estación fue un poco caótica, y tras andar un poco, cogimos lo que sería el cercanías hasta Churchgate, al sur de Mumbai. Cerca de las 8:30 encontramos un albergue en el que alojarnos, y nos quedamos descansando un poco después de habernos dado una vuelta de roconocimiento de los alrededores y desayunar algo. Por la tarde llegaron Nacho y Carola, y después de asentarnos y descansar un poco nos fuimos a dar una vuelta. Volvimos a encontrarnos con la fiesta de Ganesh, que dura 11 días creo recordar. Ésta vez, nos metieron en medio de la fiesta y unos más que otros nos pusimos a bailar al ritmo de los tambores, acabamos llenos de purpurina y de polvo rojo. Alguno terminó igual que los pelochos. Yo cuando el polvo ya no me metí en medio porque en las anteriores había temido por mi cartera, que en el bolsillo de los pantalones que uso normalmente por aquí no está muy preparado para ésos movimientos.
Al día siguiente nos fuimos a ver el acuario y la playa, y después cogimos un autobús sin saber a dónde iba y decidimos bajarnos en el primer sitio que nos gustase. Ése sitio resultó ser la CST, la estación de trenes dónde Jamal espera todos los días a Latika en Slumdog Millionaire. Y ahí nos ofrecieron llevarnos a los slums de la película y hacernos una ruta por Mumbai, que finalmente no hicimos. Así que seguimos recorriendo aquella zona, y de allí andando al hotel, una paradita para coger fuerzas y nos fuimos a dar un último paseo, en el que encontré un sitio donde vende un humus bastante rico. Durante el paseo, nos paró un tío que estaba buscando extras para una película de Bollywood, éstos tenían el vuelo por la noche, así que quedé con él a las 6:30 de la mañana del día siguiente. Y a las once de la noche, y al igual que en el reencuentro, nos abrazamos justo delante del taxi que les llevaba al aeropuerto y nos despedimos. Ha sido un placer recorrer India con vosotros.

Bollywood
El tío que nos dijo lo de hacer de extras nos dijo: "Extra para película de Bollywood, de 6:30 a 6, 500 rupias, ambientada en la llegada de los ingleses.
Allí que fuí, decidido a pasármelo en grande. Al subirme en el coche había un inglés y cuatro franceses, además del conductor y el tío encargado de nosotros. El primer punto negativo fue que el rodaje no era en Bollywood, sino en un estudio a más de 150km de Mumbai, lo que supone unas dos horas y media de viaje en coche y no ver Bollywood.
Poco más tarde de las 9:30 llegamos al estudio después de haber parado a desayunar algo y llega también la segunda mentirijilla, no era una peli sino una serie, eso sí, de bastante éxito en India. Nos meten en una habitación con aire junto con un par de actores, uno de ellos bastante famoso en India y con el que estuvimos la mayor parte del tiempo y nos ayudó a amenizar aquello. Según llegamos, nos dan los uniformes del ejército inglés (lo siento Nico) y empiezan a prepararnos. Y allí volvió el terce punto negativo, bastante importante por cierto, y es que hasta algo más tarde de las cuatro estuvimos sin hacer nada, por lo que aquello de estar a las 6 de vuelta en Mumbai estaba más que descartado. Después empezamos a rodar, toma para arriba, toma para abajo, sudando barbaridades con las chaquetas de algodón, espada en el cinturón y escopeta de la época al hombro. El tiempo de rodaje estuvo entretenido, pero a las 9 de la noche seguíamos allí y no había señales de que fuésemos a irnos pronto, así que nos pusimos serios y hablamos con el tío encargado de nosotros. Finalmete acordamos que a las once nos íbamos, ni un minuto más y nos daban el doble de lo que nos habían dicho. En teoría estábamos grabando la última escena, y acabamos a las 11:30. Al acabar, volvimos a nuestra habitación y empezamos a cambiarnos y cuando ya estábamos casi todos cambiados, nos dicen que hay que grabar otra nueva. Cada cosa aquí supone hacerlo 3 veces con parones de más de media hora entre una y otra, así que sintíendolo mucho nos marchamos, no sin algunos problemillas, pero ya se lo dijimos a todos, que nos habían dicho que a las 6 estábamos de vuelta, que nos habían tenido 7 horas sentados en una habitación y que estábamos rotos. Así que a las 3:30 de la madrugada llegué a mi habitación.
La próxima vez que me ofrezcan lo de extra en Bollywood me aseguraré de alguna manera de que sea una película y la graben en Bollywood, que está a en Mumbai, a las afueras, pero en Mumbai.

Y se acabó, para alegría de muchos y tristeza de unos pocos, se acabó, ayer mi barba desapareció para convertirme en un soldado inglés con patillas de la época.

martes, 25 de agosto de 2009

India

Dejé Tailandia después de 10 días sin problemas, pero casi sin haber dormido, y no aproveché el viaje para hacerlo. Llegué a Mumbai, y conseguí cambiar el billete que tenía a Kerala por otro a Goa, y así evitarme el viaje en tren nada más llegar.Mumbai impacta desde los aires, y en unos días lo viviré desde tierra, ya que desde allí salen éstos de vuelta a Europa.
Al llegar a Goa cogí un taxi a la zona más turística de Margao, que es la estación a la que llegaban, y me dejó en Colva Beach, supuestamente una de las mejores playas de la zona sur de Goa. La playa es kilométrica, con palmeras a la orilla, estrellas de mar, caracolas con habitantes y cangrejos de varios tamaños en el agua. No tiene la claridad de Tailandia, pero no tiene mala pinta.
Conseguí una habitación en uno de los hoteles de la zona, compré algo de comer, película y a dormir después de un día bastante cansado.
A la mañana siguiente, salí a dar una vuelta por la playa, y en el mismo momento que pones el pie en la arena se te empieza a acercar la gente, que en un principio empiezan a hablar contigo, y al poco rato empiezan a ofrecerte collares, pulseras y todo tipo de utensilios, por lo que mi idea de darme un ámplio paseo y un posterior chapuzón fue aplazada a un baño rápido después de dejar las cosas en la habitación.
Y por la tarde noche me fui a dar el paseo más tranquilo, y justo al volver al hotel en el taxi que pasó por mi lado iban éstos, con Josu asomado a la ventana y que al verme hizo parar al taxi a 5 metros de su destino. Así que nos organizamos en dos habitaciones y nos fuimos a cenar y a tomar unas copillas por el reencuentro y nos pusimos al día. El día después lo decicamos a reconocer la zona en la que estábamos,
El segundo día todos juntos en Margao decidimos alquilar un coche y recorrernos la costa hacia el norte en busca de nuestra próxima parada. Bastante caótica la forma de conducir en India, aunque ya iba sobre aviso y seguí los consejos de relajarse y disfrutar, y viendo que las rotondas son un auténtico caos me reservé a la hora de conducir. Después de comer en la teórica mejor playa de la zona en Calangute seguimos hacia el norte, en busca de la playa de Mandrem, que por lo que contaba la guía era tranquila y con aguas más claras. Al final, después de mucho preguntar llegamos, nos dimos un paseo por la playa, en la que sólo había unos chavales jugando al fútbol. Después del paseo preguntamos a una mujer del pueblo si conocía un sitio dónde se pueda pasar la noche, a lo que nos contestó que ella tenía una casa vacía detrás de la suya, que tenía que consultarlo, pero que nos la podía alquilar. Nos lo confirma, quedamos para el día siguiente y nos volvimos a Margao, unos 70km que se tarda más de hora y media en hacer.
Dejamos Colva a las 12 y tras negociar con los taxistas el precio para que nos llevasen llegamos a la casa unas dos horas después. Alquilamos una moto a los dueños de la casa y se va una expedición a hacer una primera compra para tener provisiones y agua.
La casa tiene una habitación, cocina y baño en la planta de abajo y otra habitación, baño y terraza en la planta de arriba, con la suerte de que está a 30 pasos de la playa y que desde la ventana se ve perfectamente. La verdad es que fue un día bastante tipical spanish, a la hora de comer, jamoncito y queso de Asturies que hicieron recordar las delicias gastronómicas, para cenar tortilla de patata, y copa de brugal mientras jugábamos un mus de sobremesa, vamos, una vuelta a España momentánea. Si a eso le sumas que los paisajes de la zona en la que nos encontramos son similares a los de Asturies, cambiando las palmeras por eucaliptos, pero es un verde igual de intenso, y las carreteras recuerdan a las de las aldeas. Además, el primer día en Ashven beach pudimos ver el primer atardecer, ya que normalmente las nubes se hacen dueñas del cielo poco después de mediodía. No fue perfecto, ya que había nubes en la parte baja, pero estuvo bastante bien.
Al día siguiente, nueva bajada al pueblo a hacer compra, y luego tarde-noche de juegos y películas, ya que llovía desde la hora de comer. El día siguiente fue parecido al anterior, con la diferencia de que fuimos a comprar los billetes para ir a Hampi con el dueño de la casa, y nos contó que tiene un hotel cerca de la casa, pero que ahora lo tiene cerrado por ser temporada baja. Compramos los billetes y de vuelta a la casa, de la que no pudimos salir hasta hoy a las 5:30 de la mañana, que a pesar de seguir diluviando tuvimos que ir en coche hasta Margao para coger el tren. Siete horas que tampoco se han hecho muy duras, entre cartas, musica, charlas y los paisajes que íbamos pasando. Y ahora mismo acabamos de llegar a Hampi, hemos cogido habitación y aquí pasaremos los 2 o 3 próximos días viendo los templos y los alrededores, que lo que se veía desde el tuk tuk (aquí se llama rickshaw) tenía muy buena pinta.
Las primeras impresiones de India son muy buenas, los paisajes son increibles, la gente por lo general bastante maja, la forma de conducir dejémoslo en peculiar, la comida buena, de momento sin problemas estomacales, no nos está haciendo mucho calor, de hecho los dos últimos días nos ha llovido bastante. Es curioso que nos paren para hacerse fotos con nosotros y a lo que no me acabo de acostumbrar es a su forma de decir sí, que es ladeando la cabeza, que sigo pensando que es un tic, pero bueno, poco a poco. Ya os contaré más tranquilamente y con más detalle cuando tenga más tiempo, al igual que el subir las fotos, que además primero tendré que hacer una selección de las 3 cámaras que tenemos, pero teniéndo a Josu con nosotros la calidad de las fotos está asegurada.
De Milford no hay noticias, pero la verdad es que tengo ganas de volver y poder trabajar, es una espinita clavada, a ver si hay suerte. Ya os contaré.
Ésta vuelve a ser una actualización rápida, así que Nico no te me quejes, que es bastante complicado poder conectarse a internet.

lunes, 17 de agosto de 2009

Bangkok y resaca familiar

Bueno, pues como bien pudo apreciar mi primo, la anterior entrada la hice un poco deprisa, ya que se me acababa la batería del ordenador y era la primera vez que conseguí internet.
Se me olvido contar lo gracioso que resultó el corte de pelo, que lo hice en una peluquería local de Chang Mai, con una chica que daba igual que le hablase en inglés o en castellano, entendía lo mismo. Mi intención era raparme como suelo hacer normalmente, pero su maquinilla no tenía cabezales, así que era o a lo buda como ella me decía o con tijera. Como a lo buda se puede hacer en cualquier momento empezamos a tijera. Me cortó un poco todo el pelo y quería dejarme así, pero seguía siendo demasiado largo para el calor que hace aquí, y la conversación fue más o menos la siguiente: ¿me puedes cortar un poco más?, ok, ok, ¿así está bien?, no, un poco más que hace mucho calor, ok, ok, ¿así está bien?, ésto se repitió unas veces más, hasta que ya cogí y le dije que si me podía cortar la mitad, hasta que al final más o menos me comprendió, y en las fotos podeis ver el resultado final.
Del reencuentro con la familia tampoco hay mucho que contar, cuando llegaron yo estaba en la terraza de la habitación del hotel escuchando un poco de música, besos, abrazos y primeras impresiones. Se agradece volver a ver a gente cercana después de todo el tiempo que llevo fuera, pero no hubo lágrimas si es eso a lo que te refieres Nico.
La despedida fue en el aeropuerto de Bangkok, después de recoger mi maleta, y un poco rápida, ya que ellos tenían que facturar para Madrid y yo irme en busca de albergue. Más besos, más abrazos y hasta más ver, que no sabemos el tiempo que puede pasar hasta que eso ocurra.
Ésta vez si que conseguí habitación en el albergue en el que estuve con Nico y Pato. Tuve que cambiar de habitación el segundo día a una un poco más barata, que el primer día no tenían. Así que aproveché que me desperté temprano y me fui al mercado de Chatuchak, que es sólo los fines de semana y es el más grande de Bangkok. Según la guía, la madre de todos los mercados, pero yo creo que se queda corta. Es inmenso, y en él puedes encontrar de todo, desde ropa, libros, flores, bisutería... hasta figuras de películas y series hechas en metal, incluido un alien de más de dos metros, perros, gatos, ratones, pájaros y ¡serpientes! De todo vamos.
Al principio, ántes de hacerme con un mapa orientativo seguí el método Nico para conocer cosas y me puse a seguir a los locales a ver a qué puestos me llevaban. A las 3 horas de recorrerlo y después de haber sudado más o menos la misma cantidad de líquido que fui bebiendo decidí irme, ya que el calor que hacía era sofocante y aún tenía cosas que hacer. Volví a coger el skytrain y me fui a la zona de centros comerciales. Intenté solucionar un problemilla de mi cámara, a la que le han salido unos puntitos que se ven cuando utilizas el zoom, pero no lo conseguí. Después de otra hora viendo las tiendas de uno de los centros comerciales de lujo, que por tener tienes escaparate de ferrari, porche, masserati y todo esa clase de coches decidí irme al cine, a relajar las piernas. Además pude ver la última de Johnny Deep, que me quedé con ganas en Nueva Zelanda y ésta vez sí, llegué a tiempo para el mensaje del rey.
El día siguiente, ayer, decidí quedarme en el albergue viendo las películas de hace más de 10 años que me ha dejado la famila. Muy gracioso vernos a todos a principios y mediados de los 90. Por la noche, a eso de las 4 de la madrugada me desperté por unos ruidos, y la mayoría sabéis que no es muy fácil despertarme, pero el ruido que hacían los truenos era bastante grande, acto seguido se puso a diluviar.
Y hoy, mi último día por el momento en Bangkok, tenía que ir a recuperar mi pasaporte. Casi no lo consigo por el tráfico, he tenido que bajarme del taxi y coger una moto para poder llegar, 8 minutos ántes del cierre, pero finalmente tengo mi pasaporte y el visado a India aceptado, así que mañana a las 5:30 de la madrugada cogeré un taxi al aeropuerto y a las 3 hora de aquí y 3:30 hora India estaré en Kerala. No sé si pasaré la noche allí o cogeré un tren para reunirme con los cuatro ramireños, tenemos que mirar los horarios, ya os contaré. Me he comprado las pastillas para la malaria y unas camisas finital de manga larga, ántes de acostarme decidiré qué método usar para prevenirme de los mosquitos, aunque he hablado con la avanzadilla y parece que no hay muchos.

jueves, 13 de agosto de 2009

Tailandia con la familia

Después de la última actualización tuve un problema con los simpatiquísimos australianos, que no me dejaban facturar sin billete de salida de Tailandia, y pese a intentar razonar con ellos de todas las maneras posibles tuve que sacar uno, que obviamente no me pidieron.
En el momento en el que sales por la puerta del aeropuerto te das cuenta de que estás en Bangkok, calor y la gente empieza a ofrecerte cosas. Autobús y a un albergue que encontré, ya que en el que estuvimos y algunos otros estaban llenos. Ducha, banana shake y a dormir en una cama más dura que el propio suelo.
Amanecí temprano, ya que tenía que ir a la embajada de India a pedir el visado, por si al final me reunía con los amigos que recorren el país éstos días. Así que ántes fui a dejar las maletas en el hotel en el que estuvimos. Me estrené en el tranvía, y me fui a la embajada de España a preguntar si podía hacer los vuelos internos dejando mi pasaporte en la embajada de India para el visado, así que me hice una fotocopia compulsada firmada por la embajadora, aunque tardé bastante en encontrar la embajada, ya que no está muy bien indicado.
De allí, a la embajada de India, que afortunadamente está bastante cerca. Haces cola, es tu turno y te dicen que lo de los visados es en otro edificio, así que vuelta a la calle en busca del edificio de los visados. Una vez allí me dan el mismo papelito por el que había pagado ántes en la embajada de España, así que me podía haber ahorrado el primer viajecito. Y ya de vuelta al hotel, con una sudada considerable, bañito en la piscina y a esperar a la family, que no tardó mucho más en llegar.
Los dos días de Bangkok los dedicamos en el Grand Palace y el buda reclinado y los templos que están al lado. Destacar el hotel en el que nos alojamos, ya que era como un pequeño oasis en medio de Bangkok, tranquilidad y vegetación.

Chiang Mai
Ciudad situada al norte de Tailandia, cerca de la frontera con Laos y Birmania. Muy recomendabe. Mucho más tranquila que Bangkok y aún más barata. Otra gozada de hotel, a la orilla del río. El día que llegamos no hicimos gran cosa, así que después de un baño en la piscina y unos masajitos nos fuimos al mercado nocturno, al lado de uno de los lados de la muralla que rodea el casco antigüo de la ciudad.
Al día siguiente alquilamos un coche con conductor todo el día y la primera parada que hicimos fue un paseo en elefante con un previo espectáculo de las cosas que han aprendido a hacer, destacando los cuadros que pintaron. En la reserva hay 71 elefantes, y están ayudando a que no desaparezca la especie en la zona.
Después nos fuimos a hacernos unas fotos con unos tigres, que al ser de día no estaban muy animados, pero impresionan, y más cuando lo tienes delante. Luego una graja de orquídeas y finalmente un templo en lo alto de una colina desde la que tienes vistas de Chiang Mai y alrededores. Y la mañana ántes de coger el vuelo a Phuket, nos fuimos a ver unos templos que hay en el centro de la ciudad.

Phuket
¡¡¡Por fin playa!!! 10 meses han pasado desde mi último baño en una playa, octubr de 2008 en Vega, Asturies.
Phuket es uno de los centros turísticos de Tailandia, por sus playas y su famoso buceo. También fue la zona más afectada por el tsunami de 2004, aunque está bastante repuesta ya, sin saber cómo era ántes, pero se ve bien. Otro lujazo de hotel, con la playita al lado, aunque una playa no muy buena, pero playa al fin y al cabo. La ciudad no es ninguna maravilla, pero es tranquilita, más de lo que me imaginaba en un principio, que yo ya me esperaba el Queenstown tailandés. Los días aquí han sido muy tranquilos, a excepción de hoy, que hemos ido en barco a Ko Phi Phi, una de las islas más famosas de los alrededores de Phuket. En donde se grabaron algunas escenas de La Playa y de la primera película de Pierce Brosman como 007. Una gozada, la pena es que está hasta arriba de gente, y eso que ahora aquí es temporada baja, no me quiero ni pensar cómo será en temporada alta. Durante la excursión hicimos 3 paradas para hacer snorkeling, buceo con gafas y tubo. Las dos primeras muy buenas, aguas claras, variedad de peces y corales, pero justo la última, cuando habíamos comprado una cámara de usar y tirar acuática fue la peor de todas, con el agua bastante más sucia que en las anteriores. Ahora tengo más ganas de sacarme el curso de buceo, lo haré, tarde o temprano, pero lo haré.
Otra de las cosas que he podido hacer en Phuket que llevaba tiempo sin hacerlo es ver una puesta de sol, además con éste entrando en medio del mar y una cantidad de tonos rojizos y naranjas en el cielo como hacía tiempo que no veía.
Y mañana se va la familia de vuelta a España. Yo de momento me quedo cuatro días en Bangkok esperando a recoger mi pasaporte el lúnes, y al día siguiente me voy a reencontrarme con los de la India. Milford sigue cerrado, por lo que sigo sin novedades, es el récord de aislamiento en los últimos 20 años, menos mal que salí a tiempo, sino ya estaría allí viviendo en Mitre Peak para que las autoridades neocelandesas no me encontrasen.
No he podido actualizar ántes porque no he tenido internet, y las fotos son muchas para poder subirlas ahora, así que las subiré en Bangkok, que tendré tiempo para hacer un resumen, ya que no son pocas. Y así actualizo otra vez con alguna cosa que seguro que se me ha olvidado comentar de éstos días y mi vuelta a la realidad de los albergues, que después de éstos días en camas blanditas y piscinas no será fácil.

jueves, 6 de agosto de 2009

Me fui

Después de pasar un día muy tranquilo en Te Anau cogí el primer autobús a Queenstown. Al final decidí quedarme en Queenstown, me es más familiar y me apetecía despedirme del Fergburger y de una de las argentinas que conocí en el albergue en el que estuve. así pues por la tarde me fuí a la casa en la que está viviendo, y sus compañeros de piso son españoles, así que estuvimos un par de horas hablando de todo un poco. Todos ellos habían llegado después que yo, y no habían conseguido trabajo, me dijeron que les habían dicho que con la crisis, hay neocelandeses en el paro y que no dejaban esponsorizar a la gente sin working holidays en el sector turístico. Yo de ésto ni idea claro, cuando yo me fuí a Milford nadie mencionó el tema siquiera, y Milford es una burbuja. Así que tras una tarde bastante amena fuí a mi cita con internet y con el Fergburger.
Al día siguiente autobús a Christchurch, en donde tuve que pagar una habitación que sólo usé para dejar la mochila, ya que no me compensaba echarme cuatro horas, pero si no pagaba habitación no podía ir en el taxi que ponen al aeropuerto ni me dejaban quedarme en internet. Ántes de conectarme, fuí a ver al dueño del restaurante español de Christchurch, que me confirmó lo que me habían dicho el día anterior los españoles. Aunque cuando se lo he comentado a Nico dice que eso no es verdad, yo de momento sigo esperando a ver si me sale algo en Milford, y también he empezado a mover otras opciones, pero es demasiado pronto para comentar nada.
Eso sí, la última noche, y como no podía ser de otra manera, luna llena, que nos acompañó desde poco ántes del monte Cook, una pena que mi cámara no haga bien ésas fotos, porque era una maravilla.
Se me hace raro no estar en Milford, mi caminito diario a "la ciudad" encontrándome con possums, kiwis, escuchando a las cascadas y a los keas. Me arrepiento de no haber secuestrado a uno de los keas con los que hice el acuerdo para que me sacasen volando de Milford.
Y ahora estoy en Milford, justo enfrente del sitio en el que Pato durmió durante horas y Nico y yo estuvimos "robando" internet. Y ahora mismo estoy haciendo lo mismo, aunque ha cambiado de aspecto y han puesto ordenadores para conectarse pagando, pero claro, eso es que no saben que hay una red inalámbrica sin clave. Y ahora me quedan unas tres horas para coger el vuelo que me lleve a Bangkok. Imagino que la próxima actualización la haga desde Chiang Mai, ya que en Bangkok en principio vamos a ver las mismas cosas.
Y se me olvidaba, que la carretera de Milford sigue cerrada, así que menos mal que me sacaron los keas.

lunes, 3 de agosto de 2009

Salí volando de Milford


Ésta foto se merecería una actualización sólo para ella, pero han pasado cosas, así que os pondré al día.
Al final conseguí salir volando de Milford, lo intenté para ir a la boda, pero Superman se perdió por el camino. Pero ésta vez y ya cuando todo parecía perdido pasó.
Yo ya se lo había dicho a Pato la noche anterior, que sabía que me iba, porque había apalabrado con el karma que la última noche que estuviese en Milford fuese despejada, con estrellas, pudiendo ver el fiordo iluminado por la luna y toda la nieve que ha caído éstos días, y así fue. Sólo faltó la luna llena, pero entonces hubiese sido ilegal. Así que cuando abrió por la noche le dije a Pato que sabía que me iba, y además le dije que había alcanzado un principio de acuerdo con los keas del lodge para que me sacasen volando a cambio de unas manzanas y unos anacardos, que les gustan más que a mí.
Finalmente no fueron los keas, pero sí un helicóptero el que me sacó volando de Milford. Mi primer viaje en uno, y la verdad es que recordaba lo que me había contado Nico, que es mucho más inestable que los aviones o avionetas, que es completamente diferente, y la verdad es que no le falta nada de razón. Al principio todo iba bien, la primera vez que pude notarme el estómago en la boca fue a los 10 minutos del despegue, justo cuando pensaba que le estaba cogiendo el truco, pero en ése momento, toco inclinarse hacia delante y medio dejándonos caer paralelos a la montaña. Había viento y se movía bastante, pero la segunda vez que volví a notar mi estómago en la boca fue al ponernos de lado , menuda impresión. Al final, un poco pálido, pero con una cosa menos que hacer.
Y ahora estoy en Te Anau, que al llegar ya no había autobuses para Queenstown, así que paso aquí la noche y mañana a las 9 de la mañana voy a Queenstown, y durante el viaje decidiré si hago noche o estoy un par de horas y me voy a Christchurch, para evitarme más sustos.
Tenéis todas las fotos de los últimos días en Milford, las 3 que le pude hacer al kiwi, que no es la fruta, como se pensaba Irene, y las del viaje en helicóptero.



sábado, 1 de agosto de 2009

Camino a ser ilegal

Aún estoy en Milford, la carretera sigue cerrada y de momento no parece que la vayan a abrir pronto. Tenía la intención de irme ayer con Pato, ahora me iré sólo y en cuanto abran. Hubo avalancha ayer, y sigue nevando arriba, por lo que no está claro cuando podré irme. Aún estoy tranquilo, pues sigo esperando que la abran ántes del mártes. Ése sería el día límite para no perder los billetes, me daría tiempo a dormir en Queenstown, coger un autobús a Christchurch el miércoles, y esperar hasta las 3 de la mañana en la sala de internet del XBase para ir al aeropuerto, ya que el vuelo es a las 6:15 de la mañana. Si no la abren pues ya miraré otras opciones, pero si el viernes sigo en Nueva Zelanda seré un ilegal y a ver cómo se lo toman en el aeropuerto. Sólo de pensar que el mártes seguirá cerrada empiezo a estresarme, así que no lo pienso mucho y me levanto todos los días a las 9 para ver si está abierta, ya que la maleta está hecha, a ver si mañana hay suerte, pero parece que Milford tampoco quiere que me vaya. Hemos superado el récord de aislamiento desde que estoy aquí, 3 días y subiendo.

Bueno, bueno. Lo anteriormente escrito lo dejo pero no tiene ni la menor importancia, porque el mayor de los privilegios que puede tener alguien en Nueva Zelanda me ha pasado ésta tarde-noche. Venía yo tan maravillado de nuevo por el camino viendo que había dejado de llover, no necesitaba la linterna y mirando las montañas cubiertas de la nieve de éstos días cuando de pronto escucho un ruido. Me imagino que sería un waka o un possum y en mi afán de sacarles fotos me pongo a buscarlo, pues lo había visto y sabía por donde estaba. Me meto entre unos árboles y lo veo, intento sacarle una foto, pero no se veía bien. Total, que sigo metiéndome un poco más y ahí estaba, UN KIWI, HE VISTO UN KIWI VIVIENDO EN LIBERTAD y tengo fotos que lo demuestran, así nadie podrá decirme que sería un waka o cualquier otro animal, porque no, HE VISTO UN KIWI EN SU HABITAT. Después he ido con Pato y otra chica a ver si seguía, pues querían verlo ellos también, pero ya se había vuelto a ir. Así que agradezco que Milford no me haya dejado ir. El año pasado los ví, pero pagando y sin poder usar flash en las fotos, con lo cual no hay foto, pero ésta vez... HE VISTO UN KIWI!!!!!!
Además si mañana sigue cerrada la carretera, el lúnes hay dos del lodge que van a ir a Te Anau sí o sí, así que parece que a más tardar estaré el lúnes en Te Anau o Queenstown y podré llegar a Christchurch si nada más lo impide.

HE VISTO UN KIWI!!!!!!!